Sostienen la teoría del conocimiento oculto.
Existe una verdad aparente y la verdad suprema, que sólo se alcanza en contacto con los elementos.
No saben lo que es ser caritativo. Ellos se hacen cargo, toman sobre sí el peso de la responsabilidad hacia el otro; no temen, no desisten, no buscan su propio beneficio olvidando a sus otros... No los abandonan al nacer, al envejecer, al enfermar, al morir.
Asumen que poseen tres cuerpos, todos ellos espirituales: el oscuro, el de los deseos, el social que se muestra en la convivencia y el trato, y el trascendente, que se comunica con las entidades superiores. Estos cuerpos se transforman, crecen, se embellecen y robustecen, y de su deleite pueden generar lugares extraordinarios, tierras puras, sin mal.
Todos poseen este potencial.